Japón quiere ser el impero del Sol

Green Power Solutions 19 de Marzo 2022

La crisis de Fukushima impulsó las inversiones en la energía renovable, principalmente la solar.

Este año el país incrementó 270% la generación de gigavatios, y se encamina al primer lugar mundial.

Hasta hace poco, menos del 1% de la electricidad generada en Japón provenía de fuentes renovables. Sin embargo, tras la catástrofe de Fukushima y los cortes de suministro que le siguieron, Japón ha visto una explosión de la inversión en energías alternativas. La solar, en particular, ha visto aún aumento radical en los últimos tiempos y este año se convertió en el mercado solar más grande del mundo en términos de volumen después de China. Las instalaciones solares en la nación aumentaron «un impresionante 270% (en gigavatios) en el primer trimestre de 2013», de acuerdo con un informe de la firma de análisis IHS sobre las fuentes energéticas de Japón.

Eso significa que hacia finales de 2013 habrá suficientes paneles solares equivalentes a la capacidad de siete reactores nucleares. Este crecimiento masivo permitirá a Japón superar a Alemania y convertirse este año en el mayor mercado de energía fotovoltaica del mundo en términos de ingresos.

Se prevé que Japón instale en 2013 sistemas fotovoltaicos con valor de 20,000 millones de dólares, 82% más frente a los 11,000 mdd de 2012», señaló IHS. «En contraste, en el mercado mundial está previsto un tibio crecimiento del 4%. La sólida evolución de los ingresos para Japón este año se debe en parte a los altos precios de la energía solar en el país

No obstante, Alemania sigue a la cabeza en términos del número total de unidades y capacidad, con sus 32,192 megavatios. Japón, con 7,429 megavatios, está ahora más cerca de los 8,069 megavatios de Estados Unidos, según Bloomberg New Energy Finance.

La energía solar en Japón ha ganado presencia gracias a los incentivos del Gobierno que ahora se ofrecen a los productores de energías renovables y a las normativas que exigen a las empresas públicas de electricidad comprar energía alternativa a tasas por encima del mercado.

Un acuerdo forjado por el anterior Gobierno -desesperado por separar a Japón de su adicción al petróleo y a la energía nuclear- condujo a la implementación de un generoso sistema de primas de incentivación (FIT ofeed-in tariff) para los generadores de energía renovable. Este esquema establece una tarifa especial, premio o sobreprecio, por unidad de energía renovable inyectada a la red eléctrica.

– Arrancando en julio del año pasado a 42 yenes por kilovatio hora y reducida en abril a 37.8 yenes (39 centavos de dólar), esta tarifa duplica con creces las que se ofrecen en China y Alemania.

Una oro grafía montañosa y mares profundos hacen que los parques eólicos no sean una opción atractiva. Así que la energía solar, por el momento, es la mejor opción, representando el 94% de todas las solicitudes de tarifas de energía limpia desde julio.

Los inversionistas supieron verlo, dice Hisashi Hoshi del Institute of Energy Economics. «A pesar de la escasez de tierra disponible en Japón, muchas corporaciones que tenían tierras sin utilizar se han apresurado a darles un nuevo uso. Ellos ahora pueden explotar esas parcelas, otrora destinadas a una expansión que nunca llegó, y así ganan dinero construyendo paneles solares y vendiendo esa energía a las compañías eléctricas con una buena ganancia», indica.

Una planta de energía solar de 26.5 gigavatios en el oeste de Japón, suficiente para abastecer a 9,000 hogares, se inauguró en mayo pasado, levantada -como ocurre en casi todos los casos- en el terreno de una fábrica. Incluso los campos de golf de los años 80 de la burbuja están siendo reutilizados para este fin, dice Hoshi.

«Las ridículamente generosas tarifas FIT están dando lugar a un negocio bastante lucrativo. Hicieron que los inversionistas salieran corriendo a tramitar especialmente los llamados megaproyectos de energía solar. Estos proyectos constituyen la mayor parte del gran aumento de la energía fotovoltaica registrada en Japón recientemente», explica.

La procedencia de los equipos también ha visto un cambio radical, los paneles producidos en el país se venden más que las importaciones baratas. Japón tiene una fuerte industria manufacturera de paneles solares y empresas como Sharp, Kyocera, Sanyo y Mitsubishi Electric se beneficiarían de las nuevas políticas energéticas y el énfasis en la energía solar, de acuerdo con IHS.

Esas empresas están apostando en su vanguardia tecnológica para impulsar la calidad de los paneles solares hechos en Japón, manteniendo los precios bajos. Si lo consiguen, el sector de la energía solar podría ser uno de los pocos puntos luminosos de la industria electrónica japonesa.

Sharp recientemente dio a conocer nuevos paneles solares que afirma utilizan sólo el 1% del costoso silicio utilizado en los modelos convencionales, pero además son lo suficientemente delgados y translucidos para reemplazar a las ventanas.

Otros se centran en la eficiencia. Para producir electricidad solar asequible a gran escala, los investigadores han intentado desarrollar una celda solar de bajo costo, que sea a la vez muy eficiente y fácil de fabricar, pues las celdas solares basadas en silicio suelen tener una eficiencia de alrededor del 21% para convertir la luz solar en electricidad.

Según Panasonic, su celda solar prototipo ha logrado la eficiencia de conversión más alta del mundo a 24.7%, verificado por pruebas realizadas en el Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada y Tecnología de Japón.

«Es difícil determinar cuánto puede durar el auge de la energía solar en Japón, pero conforme la tierra se agote, habrá una desaceleración,» anticipó Hoshi. «Por supuesto, quedan todavía los tejados por aprovechar, como lo está haciendo el operador de telefonía móvil Softbank. Está alquilando las azoteas para energía solar, un modelo de negocio muy inteligente e interesante. Tal vez, a diferencia de los intentos anteriores para desregular la industria de los servicios eléctricos de Japón, éste tenga éxito».